Como en Berlín y Nueva York, impulsan en Buenos Aires la marca ciudad. 13/06/2016 |
Buscan atraer el turismo e incrementar el conocimiento en el exterior
Se trata de un símbolo que identifique a los porteños y represente a la Capital en el mundo. Es una iniciativa de varias instituciones que tratará la Legislatura.
Como ya lo hicieron en otras grandes capitales del mundo, ahora impulsan que Buenos Aires tenga su propia marca ciudad. El Consejo Económico y Social (CESBA), un organismo que asesora a la Ciudad y reúne a sindicatos, ONGS, universidades y cámaras empresariales, acaba de aprobar un proyecto para su creación. Y ahora la iniciativa será presentada en la Legislatura porteña para su tratamiento. El objetivo es buscar un logotipo con una idea que identifique a los porteños y que represente a la ciudad en el mundo.
Hace casi 40 años, la imagen de Nueva York estaba en crisis. La ciudad era asociada más con el crimen que con sus atracciones. En ese contexto, desde el estado de Nueva York contrataron a una agencia de publicidad para crearle una marca que la volviera a posicionar como destino turístico y, a la vez, que generara un sentimiento de pertenencia e identidad en los propios neoyorquinos. Y que también reflejara lo que ellos sentían sobre su ciudad. Así nació la marca "I love NY", con un corazón en vez de la palabra amo, que aún perdura y fue replicada por otras ciudades.
Buenos Aires aún busca su marca. En el proyecto presentado por el CESBA se explica: "La marca ciudad es el concepto y la forma en que una ciudad es percibida y desea ser reconocida. Pretende potenciar y desplegar las capacidades y ventajas competitivas de una ciudad y posicionarlas internacionalmente, a partir de la promoción de sus atributos y valores con la pretensión de generar efectos multiplicadores a futuro. Es clave a la hora de atraer inversiones, fomentar el turismo, aumentar el nivel de conocimiento de nuestra Ciudad en el exterior y crear ciudadanía".
El concepto de marca ciudad o "city branding" consiste en desarrollar un símbolo de identificación social que no sólo sea reconocible como marca en el exterior, sino que refuerce el sentido de pertenencia de quienes viven en la ciudad. Un buen ejemplo es la marca elegida por Amsterdam: "I amsterdam", donde "I am" o "Yo soy" está escrito en blanco y el resto en negro. Así el sentido de pertenencia se amalgama con el nombre de la ciudad misma. En Alemania, Berlín recurrió al apelativo "Sé" con la marca "Sei Berlin" o "Be Berlin", que refleja que la Ciudad es construida por sus 3,4 millones de habitantes.
"Las principales ciudades del mundo tienen una marca que les permite transmitir su identidad y los valores que desean promover como política de Estado -asegura el presidente del CESBA, Federico Saravia-. Es vital que Buenos Aires tenga una marca, no sólo para el turismo, sino para las inversiones, y para que cumpla su objetivo. Una marca te tiene que identificar e interpelar. Está relacionada con lo aspiracional de todos los que vivimos en la Ciudad. Y permite pensar en políticas de mediano plazo. Por eso es clave que esa marca se sostenga en el tiempo".
Dentro del CESBA, el encargado de presidir la comisión que investigó el tema fue de Alejandro Borensztein, de la Cámara Argentina de Productores independientes de Televisión (CAPIT). "Una marca ciudad te da identidad, no sólo desde el punto de vista turístico, sino comercial o de inversiones", explica. Como ejemplo cita a la marca país del Perú, presente en todos los productos que se exportan desde ese país. "Es un elemento de comunicación -sostiene-. Y una marca territorial debe estar separada de la de gestión. Se trata de una política de Estado".
El proyecto del Consejo advierte que una marca ciudad "debe constituirse con la participación de diversos sectores, entre ellos el Estado, los sectores productivos y la sociedad civil". "Lo más importante para crearla es el estudio de qué es lo que se quiere comunicar, a quién queremos representar, cómo queremos que nos vean y qué queremos modificar de cómo nos ven de afuera -dice Borensztein-. Marcas como la de Amsterdam o la de Nueva York son ejemplos de imágenes que han comunicado algo que representa la identidad de un territorio y que lograron impactar al resto del planeta".
Nueva York
La marca surgió hace cuatro décadas, cuando la ciudad era más identificada por la ola de delitos que por sus atractivos turísticos. El objetivo de generar una marca de identidad para los habitantes y también para los visitantes externos se cumplió y la leyenda I love New York fue ganando espacios. Así, la palabra “love” fue reemplazada por un corazón y hasta los artistas urbanos como Bansky lo usaron en sus murales en la ciudad.
Amsterdam
La marca de la ciudad holandesa es un juego de palabras que, en inglés usa una parte de Amsterdam como parte de la frase I amsterdam (Yo soy Amsterdam). La leyenda, además de ser la marca ciudad, está inscripta en letras gigantes en la plaza Museumplein, frente al Rijksmuseum , el museo más importante de Holanda. Cada letra tiene 2 metros de alto y el eslogan completo mide más de 23,5 metros de largo.
Berlín
El proyecto surgió en 2008 y el eslogan elegido fue Be Berlin (Sei Berlin en alemán). El primer objetivo fue captar a los berlineses, habitantes de una ciudad dividida por el muro durante décadas. Luego, el proyecto se ocupó de mostrar los atractivos de la ciudad para los extranjeros y también de promover las actividades culturales, económicas e industriales. Se incluyeron imágenes en lugares clásicos, como la estación central |
Los porteños usan casi 40 millones de pilas al año. 13/06/2016 |
El Observatorio Ambiental creado por la Defensoría del Pueblo está a cargo de Elio Brailovsky. El ambientalista advirtió que se acumula una importante cantidad de residuos contaminantes y hacen falta políticas públicas de tratamiento.
El Observatorio Ambiental creado por la Defensoría del Pueblo advirtió que ese nivel de consumo implica la acumulación de una importante cantidad de residuos contaminantes y pide políticas de tratamiento.
El Observatorio Ambiental, que fue presentado por el defensor Alejandro Amor, estará a cargo del ambientalista Antonio Elio Brailovky, quien elaboró un primer trabajo dedicado a la problemática de la contaminación ambiental que producen las pilas y baterías usadas.
“De acuerdo con un cálculo preliminar, las pilas y baterías de uso domiciliario que ingresan al país superan las 45.000 toneladas anuales y se estima que el consumo de pilas en la Ciudad seríade unos 40 millones de unidades al año”, señala el informe.
Frente a esta situación el nuevo organismo aseguró que “es necesario que el Gobierno de la Ciudad ponga en marcha una política pública eficiente y sustentable sobre esta importante masa de residuos peligrosos”.
“Las ciudades modernas -indicó el informe de cerca de 50 páginas- producen inmensas cantidades de residuos de todo tipo que se han convertido en uno de los principales problemas ambientales del mundo contemporáneo”.
Brailovsky advirtió que las pilas y baterías son parte del problema, ya que su composición incluye materiales peligrosos “que se propagan en los ecosistemas cuando se los descarta de manera inadecuada”.
“La experiencia real muestra que, en nuestra ciudad, la mayor parte de las pilas y baterías usadas se disponen en la basura domiciliaria, lo cual significa que terminan en los rellenos sanitarios que no deberían admitir desechos peligrosos”, indica el trabajo.
Advierte que las pilas descartadas, mezcladas con la basura, “logran ingresar a los rellenos sanitarios debido a su pequeño tamaño” y agrega que este circuito hace posible que los componentes tóxicos de las pilas “se derramen y contaminen aguas superficiales y subterráneas”.
El Observatorio Ambiental funcionará como un foro de producción de información y análisis, “que desarrolle información adecuada y oportuna sobre la temática ambiental urbana, identificando temas prioritarios y emergentes por medio de la investigación y los procesos consultivos”.
Sobre la base de este primer informe del Observatorio, la Defensoría del Pueblo anticipó que recomendará a la Agencia de Protección Ambiental porteña (APRA) que las pilas y baterías usadas “sean clasificadas como residuos peligrosos, que se defina como generadores a las empresas que las introducen en el mercado”.
El informe propone que el tratamiento y recepción de las pilas y baterias usadas “sea obligatorio para las empresas que las venden, estableciéndose un sistema normatizado de almacenamiento y transporte de las mismas, el que deberá tener en cuenta su carácter de residuo peligroso”.
“Lo habitual es que se culpe al consumidor del exceso de basura de nuestras ciudades y se proponga como única solución una conducta ciudadana basada en lo que se suele llamar “3 R”, que hacen referencia a la necesidad de reducir, reutilizar y reciclar”, indicó el trabajo.
“Todo esto es bueno, pero deja afuera la responsabilidad de las grandes empresas que fabrican los mismos productos que terminan rápidamente en la basura”, puntualiza y agrega que “es sugestivo que casi todo lo que sabemos de esos productos es a través de las mismas empresas que nos los venden”.
“El verdadero responsable de los residuos es el fabricante. La mayor parte de las discusiones sobre residuos parten del momento en que el producto se descarta y esto supone atribuir toda la responsabilidad a la persona que tira un producto a la basura, a quien consideramos como el generador de ese residuo”, apuntó. |
La Ciudad de Buenos Aires cumplió 436 años. 13/06/2016 |
LA SEGUNDA FUNDACIÓN DE LA CIUDAD BUENOS AIRES, DE LA QUE SE CUMPLEN 436 AÑOS, FUE COMANDADA POR EL VASCO JUAN DE GARAY, PERO PROTAGONIZADA EN SU MAYORÍA POR POBLADORES ORIGINARIOS DE LO QUE ES HOY PARAGUAY.
Garay salió de Asunción y no de España, al frente de sesenta y seis personas, de las cuales diez eran españolas y las demás nativas, trayendo ganado, herramientas y -fundamentalmente- armas.
La travesía de los cerca de 1.200 kilómetros que separan a la capital paraguaya de las costas del Rio de la Plata demandó tres meses, con una escala en la región donde hoy se levanta la ciudad de Santa Fe.
Los viajeros empezaron a trazar la futura ciudad el 28 de mayo de 1580, media legua al norte (actual Plaza de Mayo) del lugar que ocupó la primera Buenos Aires fundada por Pedro de Mendoza en los terrenos que hoy ocupa el Parque Lezama.
El acto formal de fundación tuvo lugar el 11 de junio. En la traza planificada por Garay y sus hombres figuraban doscientas cincuenta manzanas destinadas a los pobladores, el emplazamiento de un fuerte, una Plaza Mayor, tres conventos y un hospital.
Cada poblador recibió fuera de la ciudad una huerta de cuatro hectáreas; se nombraron las autoridades y se eligió patrono de la ciudad a San Martín de Tours.
La primera Buenos Aires había sido abandonada en 1541, cuando los pocos colonos que quedaban de la expedición de Mendoza vaciaron los ranchos de paja y barro que habían construido, quemaron el fuerte y escaparon a Asunción castigados por el hambre y perseguidos por los querandíes.
Casi 40 años más tarde, el 11 de junio de 1580, los españoles insistieron y fundaron la ciudad por segunda vez, en una ceremonia que estuvo encabezada por Garay y su esposa en lo que es actualmente la Plaza de Mayo. Como antes, los querandíes intentaron expulsar a los invasores, pero los españoles habían llegado preparados con más y mejores armas.
Los querandíes fueron derrotados en varias batallas y se retiraron al interior del país. Hasta el día de hoy, uno de los partidos del Gran Buenos Aires lleva en su nombre el recuerdo de esos sangrientos combates: La Matanza.
Garay no bautizó la ciudad con su denominación actual: le puso Ciudad de Trinidad y Puerto de Santa María del Buen Ayre, pero desde el principio, la gente se acostumbró a llamarla por el nombre del puerto, que, con los años, se acortó hasta convertirse en Buenos Aires.
Favorecidos por las condiciones del suelo y del clima de las llanuras pampeanas, los caballos traídos por Mendoza y abandonados luego al despoblarse Buenos Aires, así como las vacas y toros introducidos por Garay, se reprodujeron en gran cantidad y constituyeron la más importante fuente de recursos para los habitantes del Río de la Plata en la época hispánica.
Los pobladores de Buenos Aires habían recibido en propiedad solares e indios que fueron otorgados por Garay, y también el derecho de explotar el ganado salvaje. Debido a la falta de cercados, los animales cimarrones se expandieron por el centro del país, y como otros colonizadores explotaban esa riqueza, los habitantes reclamaron sus derechos sobre la misma.
Las tropillas de ganados cimarronas constituían un constante peligro para los pequeños sembrados que rodeaban a las ciudades y los labradores sufrían grandes perjuicios, ya que los animales pisoteaban y destruían los cultivos de las huertas.
Con el fin de apoderarse de la carne, y especialmente del cuero y el sebo, que se exportaban, los españoles organizaban matanzas llamadas "vaquerías" donde se sacaban aquellos productos y el resto se desperdiciaba.
La zona contaba con importantes defensas naturales. Las aguas poco profundas hacia el estuario del Río de la Plata no permitían la llegada directa de naves enemigas, mientras que las barrancas que bordean el territorio entre el Riachuelo y el Arroyo Maldonado permitían controlar a quienes se acercaban por el río.
Durante los primeros dos siglos, los porteños sufrirían todo tipo de necesidades, ya que el poblado estaba alejado de todo centro comercial importante, no existían ninguno de los elementos necesarios para sobrevivir dignamente y no podían fabricarlos en la ciudad.
España privilegiaba los puertos sobre el Pacífico y por lo tanto marginaba a Buenos Aires, que sólo recibía dos navíos de registro por año, y hubo lustros en los que no llegó ninguno.
La importancia de la ciudad aumentó cuando los conceptos internacionales de riqueza dejaron de regirse exclusivamente por las piedras y metales preciosos y se valorizaron otros productos, como el cuero, que era muy demandado en la época.
En efecto, el contrabando era pagado con la única fuente de riqueza que existió hasta principios del siglo XVII, que era la venta del cuero que se obtenía de la matanza de rebaños de bovinos sin dueños que vagaban por los campos, según reseñan distintos historiadores. |
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Noticias de nuestra comuna 15 |
Campaña de vacunación antigripal en nuestra comuna 15. |
Como parte de la Campaña de Vacunación Antigripal 2016, la Comuna 15 vacunó a 200 vecinos de La Paternal.
Se vacunaron 200 personas en el Club San Martín, de Cucha Cucha 2468, en el barrio de La Paternal, como parte de la Campaña de Vacunación Antigripal 2016. Allí funciona también el Centro de Jubilados “De vida en amor”.
La Comuna 15 está realizando esta campaña en clubes de barrio y centros de jubilados de los seis barrios: Chacarita, Villa Crespo, La Paternal, Villa Ortúzar, Parque Chas y Agronomía. Esta semana, también, se vacunaron muchos vecinos en el Laberinto de Chas. La semana próxima se continuará en otros barrios.
El presidente de la Junta Comunal 15, Jorge Lucchesi, recorrió el Club San Martín y expresó, “es muy importante que todas las personas que se encuentran entre alguno de los grupos de riesgo se vacunen. Vamos a seguir llevado la vacuna a distintas instituciones barriales para acercarla a los vecinos y sea de más fácil el acceso”.
El Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires recuerda que tienen que inmunizarse niños de 6 a 24 meses; embarazadas en cualquier trimestre de la gestación; puérperas (hasta 10 días después del parto); trabajadores de la salud y personas mayores de 65 años.
Es fundamental que se apliquen la vacuna también personas entre 2 y 64 años que tengan algún factor de riesgo como obesidad, síndromes genéticos, enfermedades respiratorias crónicas, cardiopatías, diabéticos, inmunosuprimidos, oncológicos y patología renal.
Esta vacuna antigripal trivalente estacional incluye la cepa pandémica H1N1, así como la cepa de Influenza A y otra B. |
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