12/05/2014 |
Simularán
un juicio por jurados en el Centro Cultural San Martín. 12/05/2014 |
El
Consejo de la Magistratura porteño realizará un simulacro
de juicio por jurados, con el objetivo de informar a los ciudadanos
sobre esta práctica y concientizar sobre la responsabilidad
que implica participar.
El simulacro comenzará a las 15.30 en la sala Enrique Muiño
del Centro Cultural San Martín, Sarmiento 1551, y contará
con la participación de los actores Fabián Vena y
Lito Cruz interpretando los roles de imputado y testigo, informó
el Consejo de la Magistratura porteño, que realizó
la convocatoria.
Los requisitos para inscribirse fueron ser argentino, mayor de edad,
saber leer y escribir, contar con pleno ejercicio de los derechos
políticos, tener domicilio conocido y una residencia inmediata
no inferior a cuatro años en la Ciudad.
No pudieron participar los magistrados y funcionarios del Poder
Judicial y del Ministerio Público (fiscal, defensa y asesoría),
los abogados, escribanos y procuradores en ejercicio y los estudiantes
de derecho.
Una vez finalizada la inscricpión y con más de 100
vecinos anotados, se seleccionaron por sorteo 12 jurados y cuatro
suplentes, mientras que los que no resultaron elegidos podrán
participar de la actividad como parte del público.
El acto de apertura estará a cargo del presidente del Consejo,
Juan Manuel Olmos; el consejero y juez Gustavo Letner y el juez
de Cámara en lo Penal Económico, Edmundo Hendler.
El Consejo de la Magistratura porteño cuenta con una Comisión
Redactora ad honorem para la proyección de una norma que
instituya y regule el juicio por jurados en la Ciudad.El objetivo
de la Comisión es que el proyecto llegue a la Legislatura
en los próximos meses para su tratamiento.
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Dirigentes
de todo el arco político despiden a Argibay con reconocimiento
por su labor en la Justicia. 12/05/2014 |
Dirigentes
de diversos sectores del arco político despidieron a la jueza
de la Corte Suprema Carmen Argibay, fallecida a los 74 años,
con mensajes de reconocimiento por su labor en la Justicia y su
defensa de los derechos de la mujer.
Tras conocerse el fallecimiento de Argibay, el jefe de Gabinete,
Jorge Capitanich, le envió condolencias a la familia de la
primera magistrada mujer en democracia y recordó que en 2004,
junto con la entonces senadora nacional Cristina Fernández
de Kirchner, participó del proceso de concurso en el que
la jueza fue seleccionada.
Al hablar
con la prensa tras el acto de homenaje al padre Carlos Mugica
encabezado por la Presidenta, el jefe de Gabinete sostuvo que
"desde el Gobierno ya nos pusimos a disposición de
familia" y consideró que Argibay "contribuyó
al mejoramiento institucional" de la justicia.
A su turno,
el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, también
lamentó el fallecimiento de Argibay: "Fue una noticia
dura que nos llegó poco antes del inicio del acto".
A su turno,
el diputado nacional y Consejero de la Magistratura, Eduardo "Wado"
de Pedro, calificó a Argibay como "un símbolo
de la nueva etapa institucional abierta por el ex presidente Néstor
Kirchner en la Corte Suprema" de Justicia.
En ese sentido,
de Pedro destacó que el impulso de Argibay fue fundamental
para "institucionalizar la agenda de los derechos humanos",
como así también las problemáticas de género
y la vigencia de las libertades individuales" en la que calificó
como la "prestigiosa Corte con la que los Argentinos contamos
desde 2003".
Por su parte,
el secretario de Justicia de la Nación, Julián Álvarez,
también lamentó el fallecimiento de Argibay a quien
recordó como "la primera jurista mujer en integrar
la Corte Suprema de Justicia, protagonista de la renovación
del Máximo Tribunal impulsada por el ex presidente Néstor
Kirchner".
En diálogo
con Télam, Álvarez, quien también es representante
del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura, destacó
el compromiso de Argibay con los Derechos Humanos y "la construcción
de una justicia democrática".
Desde el ministerio
de Seguridad de la Nación enviaron un comunicado a través
del cual la Ministra, María Cecilia Rodríguez y
el Secretario de Seguridad, Sergio Berni, expresaron "sus
sentidas condolencias ante el fallecimiento de ministra de la
Corte Suprema" y remarcaron que "acompañan a
su familia en el sentimiento ante esta pérdida".
Por su parte,
el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Mariotto,
se manifestó "impactado por la noticia" y la
destacó como una mujer que "formó parte de
una historia de democratización".
Por twitter,
el diputado radical Julio Cobos publicó: "Dolor por
la muerte de la Jueza Carmen Argibay. Perdemos a una de las juristas
más lúcida, reconocida e indiscutida de nuestro
país".
Asimismo,
el presidente del bloque PRO en Diputados, Federico Pinedo, afirmó:
"Recuerdo a la gran jueza Carmen Argibay, jueza de la ley
y no jueza del poder".
En tanto,
el senador radical Ernesto Sanz manifestó: "Transmito
mi pesar por la muerte de Carmen Argibay. Un ejemplo de juez de
un país tan necesitado de ejemplos".
Luego se sumó
el diputado del Frente Renovador Sergio Massa quien lamentó
la muerte de la jueza a la que calificó como "una
luchadora incansable por la Justicia, por los Derechos Humanos
y por los temas de género".
Otro de los
que despidió a la magistrada fue el diputado radical Ricardo
Alfonsín quien sostuvo que "Argibay impartía
justicia con la Ley y con su ejemplo de rectitud y decencia. La
República lamenta su muerte".
En la misma línea, el jefe de Gabinete de la Ciudad Horacio
Rodríguez Larreta escribió en Twitter: "Mis
respetos hacia Carmen Argibay, una mujer que luchó para
que la Justicia sea justa. Un ejemplo de transparencia que debería
ser imitado".
A su turno,
el diputado del Frente para la Victoria Héctor Recalde
manifestó que Argibay fue "una jurista que honro la
magistratura" y además recordó que "fue
la primera mujer en llegar a la corte suprema, en una corte que
comenzaba a ser respetada en el 2004 por decisión política
de Néstor Kirchner."
"Su designación
significo un avance en el protagonismo de las mujeres en esta
década", agregó Recalde.
En tanto,
la diputada nacional Elisa Carrió sostuvo que "ha
muerto una gran jueza" y Hermes Binner la definió
como una "defensora de los derechos humanos y de los derechos
de la mujer".
También
enviaron sus mensajes de condolencias y reconocimiento a través
de la red social el senador nacional Fernando Solanas; los diputados
Juan Carlos Zabalza (PS), Manuel Garrido (UCR) y Federico Sturzenegger,
Patricia Bullrich (PRO); el ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal
Medina; y el vicepresidente primero de la Legislatura porteña
Cristian Ritondo; el intendente Gustavo Posse (San Isidro); entre
otros.
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Reformas
en el Botánico. 12/05/2014 |
En
siete hectáreas, este “museo vivo” alberga miles
de especies vegetales y valiosas esculturas. Tiene un nuevo Jardín
de Mariposas y fueron restaurados el gran edificio central, invernáculos
y los jardines romano, japonés y francés.
Asimple vista, todo es un manto verde, atra¬vesado por rayos
de luz que forman cla¬ros. Pero aunque al primer vistazo parezca
sólo un bello y compacto manto verde, el Jardín Botánico
es mucho más que eso y muchas co¬sas a la vez. Es un
sitio de investi¬gación que, a la vez, mantiene su cuota
de belleza. Un museo vivo que cambia de aspecto según pa¬san
las distintas estaciones del año; una colección de
especies vegetales dispuesta a ser descu¬bierta por quien afine
apenas un poco la mirada. Una idea que co¬menzó en 1892,
cuando se puso en marcha el proyecto que el pai¬sajista francés
Carlos Thays había presentado a la intendencia mu¬nicipal
y que demandó seis años de obra. El Jardín
Botánico de la ciudad –un enorme vergel delimi¬tado
por las avenidas Las Heras, Santa Fe y la calle República
Ára¬be Siria– va recuperando su cali¬dad de
espacio para la ciencia y ofrece un paseo por plantas y ár¬boles
que hablan de la naturaleza y de la cultura.
El Jardín ocupa siete hectá¬reas donde se plantaron,
según el libro de 1929 El Jardín Botánico Municipal,
de Carlos Thays (hijo), unos 7.100 ejemplares de “espe¬cies
y variedades aclimatadas, en¬tre exóticas e indígenas”.
En sus más de 120 años se acumulan plantas cuidadosamen¬te
ubicadas en diferentes áreas que muestran lo que ofrecen
los cinco continentes, vegetación de todos los rincones argentinos,
va¬riedad de jardines (romano, fran¬cés, japonés)
y treinta y tres escul¬turas, más un imponente edificio
central inaugurado en 1881, con un invernáculo principal
y otros cuatro que lo acompañan.
También hay una huerta, dos bibliotecas –una para niños
y otra para adultos–, una escuela de jar¬dinería,
que depende del Ministe¬rio de Educación, una casita
que funciona como archivo y décadas y décadas de historia.
El Jardín Botánico luce entre lo nuevo y lo restaurado.
Ya no es el “jardín de los gatos” aunque muchos
sigan pensando que allí pueden abandor su felino. Que¬dan
un centenar de gatos y se los puede ver, detrás de alguna
plan¬ta de hojas exuberantes o hacien¬do equilibrio por
algún banco. Las personas que se ocupan de aten¬derlos
ahora están organizados en una asociación llamada
Gatos del Botánico que tiene un acei¬tado sistema de
cuidado y dona¬ción. En la página de Facebook
(/hacefelizaungato) hay retratos de los mayores, que han adoptado
al Botánico como hogar permanen¬te, y de los que están
en adop¬ción. Por año, unos 400 gatos en¬cuentran
una familia.
Yerba mate y mariposas
La restauración quizá tiene su perfil más alto
con el invernáculo principal, con su estilo art noveau traído
desde Francia en 1900, en el que predominan el hierro y el vi¬drio.
Guarda en sus mil metros cua¬drados especies tropicales, sub¬tropicales
y carnívoras, y se ubica, imponente y con elegancia, junto
al edificio principal. Hace poco que cuenta con una malla de protección
del granizo.
A unos metros hay otra repa¬ración más silenciosa
pero con¬tundente: la de la yerba mate. Fue aquí que
Carlos Thays empezó el estudio de la germinación de
esa planta para fines industriales. De 1895 a 1900, Thays se obsesionó
con el secreto de su cultivo. Con la certeza de un promisorio futu¬ro
en la industria agrícola, logró cultivar medio millar
de plantas el Jardín Botánico. Hoy, luego de años
de ausencia, se elevan algu¬nas hasta casi tres metros.
Lo nuevo, en tanto, se ubica cerca del invernáculo principal
y es una experiencia tan sutil como fascinante: el Jardín
de Mariposas. En canteros que de arriba se ve¬rían con
la forma del ala de una de ellas, se realizó un estudio que
empezó con la siembra de plantas que las atrajeran y que
siguió has¬ta que, rápidamente, apare¬cieron
hasta triplicar en cantidad a las que habitualmente se encon¬traban
allí. Entrar en este rincón es empezar a sentir lo
que hasta entonces era imperceptible, cien¬tos de aleteos que
van y vienen, de las varias especies que se ali¬mentan de plantas
que son cuida¬das por personal del Botáni¬co y por
voluntarios. Sacan yuyos, registran la aparición de maripo¬sas,
se dedican a los detalles y ven de cerca ese espacio en el que vuelan
crisálidas, se ven orugas y, de noche, luciérnagas.
El objetivo de este jardín no es poético, sino científico:
promover la biodiversi¬dad, y lo vienen logrando.
“Cuando llegamos, trabajába¬mos bajo tierra y al
tercer año se empieza a ver para fuera”, cuen¬ta
Graciela Barreiro, la directo¬ra del Botánico. También
cuenta que había una fuente que no se usaba desde hacía
años. Al verla así, supusieron que no funciona¬ba.
Pero probaron y anduvo. Eso resume un poco el abandono que tuvo
durante años el Jardín.
Declarado en 1996 Monu¬mento Histórico y Cultural, y
Área de Protección Histórica, según
el Boletín Oficial N° 3.439, se consi¬dera que “toda
intervención refe¬rida a la forestación deberá
con¬siderar el carácter con el que fue creado y diseñado
el jardín, desti¬nado a alojar colecciones vegeta¬les
autóctonas y foráneas para su contemplación
y estudio; en es¬pecial, se busca su consolidación como
centro educativo que pro¬mueve la toma de conciencia del valor
global de la biodiversidad, la importancia de su conservación”.
Mármol entre las hojas
El Botánico mantiene muchas y variadas joyas. Estructuralmente,
la casa y el invernáculo principal, como valores arquitectónicos.
En cuanto a las esculturas, una de las más valiosas es La
Pri¬mavera, una escultura en mármol realizada por Lucio
Correa Mora¬les en un homenaje a la mujer la¬tinoamericana.
Pero son muchas. Hay treinta y tres en total. Algu¬nas son copias,
como La Satur¬nalia, por ejemplo, una réplica exacta
de la que está en el Mu¬seo de Arte Moderno de Roma.
La Saturnalia representa una ba¬canal, esa fiesta del Imperio
Ro¬mano donde todo estaba per¬mitido. La estatua desapareció
durante la última dictadura hasta 1987, cuando la rescataron
“olvi¬dada” en una caballeriza.
“Hasta hace un rato estuve ha¬ciendo la lista de plantas
del sen¬dero de ‘Los reyes del jardín’ –dice
Barreiro– que son los árboles que nos parecen más
notables, por porte o la edad, casi todos plan¬tados por Thays.
Las wahingtonias son algunos de ellas. Cuando ves las fotos de 1930,
ves que están bajitas, y mirá lo que son… tan
al¬tas ahora. El palo borracho articu¬lar es un ejemplar
muy hermoso. El tronco es largo porque no necesi¬tan acumular
mucha agua, porque aquí el ambiente es húmedo. Hay
un lapacho también que es divino. Recto. Maravilloso. Aquel
de hojas anchas, detrás de la casa, es el ár¬bol
del emperador, el favorito del emperador Pedro I de Brasil, y vino
de unas semillas que mandó Pedro II, su hijo. Es de los pocos
que sa¬bemos la historia”, explica.
En cuanto a las semillas, las que significan el futuro de este es¬pacio,
existe un sistema de inter¬cambio formalizado y riguroso que
permite solicitarlas a otros jardines, en sus bancos de germoplasma.
A su vez, otros jardines pueden soli¬citar semillas al Jardín
porteño.
Más allá de ese controlado trueque botánico,
no está permi¬tido tomar gajos o semillas y lle¬varlas
para uso doméstico. Esta fue una pelea bastante difícil
des¬de el comienzo. Barreiro dice: “Hay que entender que
cuando decimos que el Jardín es de to¬dos, es de todos
en el sentido de que hay que respetarlo. No signi¬fica que cada
uno puede tomar de él lo que quiere”.
Y en tantos años, más allá de la recuperación
de los jardines ro¬mano, francés y japonés, de
la restauración de canteros, de los invernáculos –muchos
con vidrios rotos que debieron reemplazar¬se para el cuidado
de las plantas y para impedir el paso de intru¬sos–, del
área de los cinco conti¬nentes y del área botánica,
hay un pulso inalterable, algo que no se detiene, y es el paso del
tiempo. En este “museo vivo” los árboles siguen
un curso natural que ter¬mina en lo que termina todo, la muerte
¿Qué pasa en esos casos? ¿Qué medidas
se toman?
Barreiro dice: “La naturaleza es la naturaleza. Cuando el
am¬biente decida que ese árbol mue¬ra, va a morir
y no podemos ha¬cer nada. Si tenemos un hijo, a lo mejor podremos
reponerlo, pero si no, pondremos otro. Acá no se poda, por
ejemplo. Se poda sólo cuando hay riesgo severo de que caiga.
Porque vos venís al Botáni¬co para ver un árbol
en su forma natural. Por eso cuando hay mu¬cho viento el jardín
está cerrado, por la seguridad de la gente”.
El blanco luminoso de las flo¬res de loto, los hongos silvestres
y escondidos, los caracoles, has¬ta algún picaflor puede
aparecer, esa palmera que es de Entre Ríos o ese roble de
Estados Unidos o la planta africana, el Jardín Botáni¬co
sobrevive en todo ello y en es¬tos días, al menos, se
pone esbel¬to y recuerda las expectativas de su creador.
Ámbito para los sentidos
Entre los recorridos que ofrece el Botánico, hay uno que
apunta a estimular algo más que la vista, pensado para las
personas que están privadas de ella, por ejemplo. Por ello,
existe un espacio en el que está permitido un contacto más
cercano con las plantas, ya que en el resto de los paseos se pide
cierta prudencia para impedir lo que a veces ha sucedido, que la
gente saque semillas, flores, o que pise el césped. “Es
un proceso de educación muy largo”, explica Barreiro.
En el Jardín de los Sentidos, la invitación es a tocar,
a oler, a disfrutar las plantas, que varían en tamaños,
en texturas y en olores, entre lavandas, madreselvas y jazmines.
La directora del Jardín, sin embargo, planea reformular esta
propuesta: “Los jardines de los sentidos no se plantan en
el suelo. Se lo hace en un lugar elevado porque si sos no vidente
y te agachás podés clavarte una hoja o una rama en
la cara y te lastimás. Tiene que estar alto para que la planta
no agreda. Se puede hacer algo más lindo. Ojalá lleguemos.
Tengo un proyecto. Veremos si lo puedo hacer. Hay que darle prioridades”.
Mientras tanto, es uno de los posibles recorridos para medio millón
de personas que lo visitan por año.
La Escuela de Jardineria
Su nombre completo es Escuela Técnica de Jardinería
“Cristóbal María Hicken” y es la única
pública en su tipo de la ciudad. Comenzó a funcionar
en 1914 y la primera promoción egresó en 1917.
En sus comienzos, dependía del Jardín Botánico.
Hoy se mantiene en sus instalaciones, pero responde al área
de Educación. Luego de los varios cambios de plan, en la
actualidad la carrera dura seis años y otorga el título
de Técnico en Jardinería.
El fundador
Carlos Thays, que había nacido en 1849 y llega¬do a la
Argentina en 1889, ganó en 1891 el concur¬so para ser
Director de Paseos de Buenos Aires. En sus primeros proyectos se
quejaba del mal trazado de las calles, de la falta de estatuas,
de la mala ubica¬ción de las flores. “El uso bien
o mal ponderado, así como las alhajas, prueba distinción
o vulgaridad”, es¬cribía. Con esas ideas, pergeñó
este Jardín, con una certeza: “A nuestro juicio el
vocablo ‘jardín’ debe aplicarse sólo a
las creaciones del hombre, pues de otro modo esta aceptación
quedaría ilimitada pues¬to que, en resumen, el mundo
entero no es otra cosa que un inmenso jardín en el cual la
naturaleza ha agrupado las especies vegetales en conformidad con
el clima que conviene a cada una de ellas”.
El Jardín Botánico fue su laboratorio. Con su in¬sistencia
logró lo que otros antes habían intentado sin suerte:
organizar un “museo vivo”, con vegetación de
todo tipo, un invernáculo y un atractivo diseño espacial.
Como no podía ser de otra manera, se ubicó allí
su morada. La familia Thays vivió en el edificio de Paseos
desde 1897.
Actividades
• Talleres Inscripción: a partir del 15 de mayo por
teléfono 4831-4527 de lunes a viernes de 9 a 15. Son arancelados
(Asociación Amigos del Jardín Botánico).
• Taller de Cactus: Martes de 9.30 a 12. Inicia el 3 de junio.
• Taller de Compostaje. Viernes 13 de junio 12 a 13.30.
• Taller de Fotografía de la Naturaleza: Miércoles
de 14 a 16 – Inicia el 4 de junio.
• Visitas guiadas. Los sábados y domingos, a las 10.30
y a las 15. Son gratuitas.
• Actividades para niños: Biblioteca infantil de la
naturaleza.
Los días de lluvia permanece cerrado. |
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