Esos 300.000 habitantes representan, el 10 por ciento de la población general, para quienes el gobierno de Mauricio Macri destina el 0,7 por ciento del Presupuesto, recalcaron.

La improvisada radio abierta llamada Frecuencia Villera, iniciativa de las organizaciones La Poderosa y la Corriente Villera Independiente (CVI), abrió hoy por primera vez su micrófono para los vecinos de las villas que se acercaron a expresar sus preocupaciones en un espacio que hará lo mismo todos los jueves.

"Yo vine hace 19 años a la Argentina, soy una trabajadora y tengo a mis hijos conmigo, quiero vivir bien, tengo derecho. Hace años esperamos la urbanización de las villas, las leyes están. ¿Por qué no las cumplen?", preguntó a la nutrida concurrencia una vecina de Villa Lugano, entrevistada por Frecuencia Villera.

"Desde hace más de 20 años hay una ley que exhorta a los gobiernos a urbanizar las villas y además cada villa tiene su ley. Todas están incumplidas por este gobierno"
 
Las políticas macristas "son maquillaje, no son estructurales, y no apuntan a la urbanización con radicación, que es urbanizar la villa en el lugar donde está emplazada, lo contrario a erradicarla", sostuvo otro de los integrantes de la CVI.

"Nosotros vamos a hacer valer nuestro derecho de vivir en el lugar donde vivimos, cerca de nuestro trabajo, de la escuela donde mandamos a los chicos, donde tenemos nuestra vida, nuestra historia, a la que no vamos a renunciar", sostuvo el joven integrante del movimiento villero.

Para Jorge, cartornero de la Villa 31, donde hoy un vecino se cayó en un pozo mientras trabajaba en una obra en construcción, "juntarse para exigir que se cumpla la ley de urbanización es la mochila que hoy decido ponerme y de la que me siento orgulloso".

La caída del vecino, que está fuera de peligro pero demandó la ayuda de dos dotaciones de bomberos y una ambulancia que lo trasladó al Hospital Fernández, se sumó hoy a los tantos accidentes sufridos por los habitantes de los barrios no urbanizados, que no solamente carecen de servicios sino de la mínimas condiciones de seguridad.

"Gastón, el adolescente de la Villa Rodrigo Bueno (La Boca) que murió el año pasado al caer a un pozo ciego mientras rescataba a su mascota, nos duele y es apenas un ejemplo más de lo que implica vivir en un barrio sin urbanizar", dijo a Télam Mónica, una vecina de ese asentamiento que "irá todos los jueves hasta que nos den lo que por ley nos corresponde".

Este tipo de accidentes -según un relevamiento difundido por el Ministerio Público Tutelar- afectan más a sectores vulnerables de la sociedad, y más aún en villas y barrios de emergencia; destaca que existe una profunda relación entre el elevado número de caídas y el creciente déficit habitacional de la Ciudad, el proceso de densificación y verticalización de las villas, entre otros factores.

El jefe de Gabinete y jefe de Gobierno electo, Horacio Rodríguez Larreta, participó junto a la legisladora porteña, Graciela Ocaña de una actividad de alfabetización digital para adultos. "Estamos muy contentos de incluir cada vez más a los mayores en esta revolución tecnológica", coincidieron.

"Las postas digitales son un ejemplo de lo que la Ciudad viene trabajando en inclusión del adulto mayor, como así también lo fue el proyecto de ley que logramos aprobar para que los jubilados puedan cobrar sin más demoras los juicios que han ganado al ANSES", destacó la legisladora porteña Graciela Ocaña al participar junto al jefe de Gabinete y jefe de Gobierno electo, Horacio Rodríguez Larreta, de una actividad de alfabetización digital para adultos.
"Es muy importante que nuestros mayores puedan participar en las actividades que proponen los centros de jubilados y de este modo tener un envejecimiento activo que favorezca su calidad de vida física y mental", subrayó Ocaña. Y agregó: "Otro caso exitoso que vimos de inclusión digital fue el voto electrónico en la ciudad de Buenos Aires y la notable rapidez con que pudieron adaptarse a esta nueva tecnología".
Por su parte, Rodríguez Larreta expresó: "Estamos muy contentos de incluir cada vez más a los adultos mayores en esta revolución tecnológica que estamos viviendo. Además se genera algo muy importante con los grupos que se arman ya que terminan haciéndose amigos. Se ayudan, se acompañan y aprenden juntos".
Las Postas Digitales fueron creadas en el año 2012, con el objeto de lograr la inclusión digital de los adultos mayores, desarrollando acciones y actividades orientadas a la capacitación y práctica para el uso de nuevas tecnologías para hacer frente a las nuevas particularidades de la sociedad.  Están equipadas con entre cinco (5) y diez (10) computadoras, conectadas a Internet y se desarrollan cursos de alfabetización digital y se asiste a los mayores en el uso independiente de las computadoras. También se ofrecen cursos de uso de celulares inteligentes, tablets, fotografía digital y estimulación de la memoria a través de la PC.
Actualmente se cuenta con 35 Postas Digitales en Centros de Jubilados, Clubes e Instituciones Intermedias distribuidos en las diferentes Comunas de la Ciudad.
Todas estas acciones están abocadas a disminuir la brecha digital y a acercar a la población mayor a las nuevas tecnologías comprendiendo que la inclusión digital está enfocada a promover la inclusión social utilizando la tecnología de la información y la comunicación como herramienta para fomentar la responsabilidad social.

Pero la ocupación del espacio público no empezó con los ex combatientes de Malvinas intentando construir una casa de material, con ladrillos y cemento, en la Plaza de Mayo. Comenzó mucho antes: la ahora villa Rodrigo Bueno creció así, de a poco, casa a casa en el barrio más caro de la Capital: Puerto Madero. En el 2000 la Ciudad intentó erradicarla con subsidios, pero luego nada hizo. Y aunque su destino siga en los estrados judiciales, hoy es difícil mudar a esas miles de familias que se asentaron sobre los terrenos de la Reserva Ecológica, linderos a la ex Ciudad Deportiva de Boca.
Está claro que ante la falta de controles y las zonas grises que ofrece el Código Contravencional porteño, cualquiera se convierte en el dueño de la calle sin que nada ocurra. Los manteros ya son una institución en Flores, Once, Liniers, Caballito o Belgrano. Ya no queda un metro libre en la avenida Cabildo entre Juramento y Congreso, por ejemplo. Conviven con los agentes de tránsito, con los de la Policía Metropolitana y con los de la Federal. Y nada ocurre. Hasta los comerciantes que pagan sus alquileres y tienen comercios a la calle arreglaron un precio para permitir su permanencia. Insólito.
Como los cuidacoches. A esta altura, ya debería organizarse un concurso: ¿Qué cuadra de Buenos Aires está libre de "trapitos"? Quedan muy pocas. Hay leyes porteñas que atienden toda esta enumeración de usurpaciones del espacio público. Perfectibles, por supuesto. Pero no se cumplen. Ni se hacen cumplir. Es necesario que el Estado asuma este rol imprescindible.