11/03/2010 |
MEDIOS
DE COMUNICACIÓN Y DERECHOS HUMANOS: |
Los
ejes de la política de comunicaciones diseñada por
el estado nacional se basa en dos presupuestos: 1) La memoria,
verdad y justicia y 2) Los derechos sociales, económicos,
políticos y culturales que deben gozar todos los ciudadanos.
La
versión liberal que tanto ha dañado el tejido social
de nuestro país rompiendo los lazos de solidaridad y generando
la mayor exclusión de los sectores populares al mundo del
trabajo, solo se limita a que los medios de comunicación
no tengan censura alguna, mientras que la visión social
además de evitar todo tipo de cintura debe garantizar condiciones
de acceso a la información y participación equitativas
para todos los habitantes. De lo que se trata es incorporar a
las libertades individuales las expresiones colectivas con la
mayor pluralidad posible, privilegiando la atención de
los grupos de mayor vulnerabilidad social.
El
pluralismo es tan importante en la ley de medios audiovisuales
Nro. 22605, que establece 3 tipos de prestadores:
1)
De gestión estatal 2) de gestión privada con fines
de lucro 3) de gestión privada sin fines de lucro que se
aseguran el 33% del espectro.
Se
fijan límites a la concentración estableciéndose
máximos razonables a la multiplicidad de licencias y se
ponen tiempos máximos de emisión de producciones
nacionales a las emisoras del interior a fin de rescatar las realidades
locales e independientes.
En
cuanto a los grupos de mayor vulnerabilidad la ley privilegia
a los niños y adolescentes; a los pueblos originarios;
a personas con discapacidad motriz, auditiva, visual, etc. y a
los sectores de bajos recursos y a las madres solteras en especial.
L
ley pone especial énfasis en la protección de los
menores de 12 años, los cuales no podrán participar
en programas que se emitan después de las 22,00 hs., penalizando
a las emisoras que no respetan las disposiciones vigentes, se
sanciona asimismo a los prestadores que mediante el uso de la
publicidad engañosa utilizan niños en forma indebida
para incitar la compra de productos basados en la credulidad que
generan las imágenes de de los niños.
Se
reservan para los pueblos originarios frecuencias de radiodifusión
sonora AM y FM, así como la TV abierta y por vez primera
se reserva un lugar a un representante de las comunidades en el
Consejo Federal de Servicios de Comunicación y otro en
el Consejo Honorario de Medios Públicos.
Con
respecto a las personas con discapacidad además de ser
beneficiarios de conversores para la TV digital, se tiene previsto
contar con la posibilidad de que cuenten con subtitulado oculto,
lenguaje de señas y el sistema de audio descripción.
Por
último con referencia a los sectores de bajos recursos
económicos, se establece un abono social y se tiende a
evitar todo tipo de discriminación en función de
la nacionalidad, el sexo, el género, la religión,
etc.
En
síntesis el estado debe ser el regulador de las relaciones
entre el sector privado y los usuarios que no deben ser cautivos
de la discrecionalidad de las empresas preocupadas en sus negocios
y no en la calidad de las programaciones y la observancia de las
normas vigentes.
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LAS
PROBLEMATICAS INUNDACIONES EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES |
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Las
causas fundamentales son:
a)
alejamiento de la desembocadura de los arroyos (ahora entubados)
por efecto de la realización de rellenos costeros.
b)
reducción de espacios verdes a través del siglo
XX.
c)
construcción de estacionamientos subterráneos debajo
de espacios verdes públicos (eliminación de absorción).
d)
construcción indiscriminada; eliminación del “pulmón
de manzana” absorbente.
e)
construcción indiscriminada; torres con fundaciones a 40
m de profundidad; endicamiento de la napa freática.
f)
elevación del nivel de las calzadas por sucesivas repavimentaciones.
g)
barreras físicas entre zonas inundables y terrenos absorbentes;
paredones del ferrocarril.
h)
construcciones clandestinas sobre terrenos absorbentes: edificios
y playas de estacionamiento en el Hipódromo de Palermo.
Buenos
Aires se inunda ante cada lluvia copiosa. La ciudad colapsa y
miles de vehículos quedan imposibilitados de seguir su
camino, cientos quedan flotando, las cámaras transformadoras
de corriente eléctrica quedan anuladas, miles de vecinos
quedan sin electricidad, hay calles que se convierten en ríos.
La ciudad se paraliza.
Los
funcionarios dicen que eso se debe a las maldades de la madre
naturaleza, a que los vecinos sacan la basura fuera de hora o
que los adversarios políticos se dedican a tapar lo sumideros
para provocar el caos. Por su parte, algunos de esos adversarios
políticos aventuran que el oficialismo no ha hecho todas
las inversiones necesarias en infraestructura y que no se ha cumplido
con las megaobras proyectadas para acabar con "el flagelo
de las inundaciones".
La
realidad es que los vecinos y circunstanciales ocupantes de la
ciudad somos convidados de piedra ante un escenario preparado
para que se produzcan esas inundaciones. Los funcionarios y "los
emprendedores" inmobiliarios lo vienen preparando desde hace
muchos años; los vecinos, desde entonces, estamos tratando
de pararlos.
En
los últimos 50/60 años las lluvias copiosas produjeron
desastres porque:
a)
se prolongó, hasta en casi 1.000 m de su lugar original
(caso Arroyo Maldonado), la desembocadura de los cinco arroyos
que desaguan sobre el Estuario del Plata. Los arroyos de llanura,
como los que atraviesan la Ciudad de Bs As, y que entubados han
sido convertidos en pluvioductos, tienen muy poca pendiente y
por lo tanto poca velocidad de escurrimiento. Si alegremente se
prolonga su desembocadura con rellenos sobre la costa, el escurrimiento
de las aguas se retarda sensiblemente (a mayor alejamiento de
la costa original, mayor tiempo de desagote de los conductos).
La costa de la Ciudad ha sido rellenada históricamente
en una superficie que casi llega a los 40 Km cuadrados, con la
consecuente prolongación de la desembocadura de los arroyos
que comentábamos anteriormente. Este tipo de tareas continúa
en la actualidad para ejecutar las obras de ampliación
del Aeroparque Jorge Newbery, ejecutadas de facto y fuera de normativa.
La
red cloacal está colapsada desde hace más de veinte
(20) años y no existen plantas de tratamiento de efluentes;
los conductos de desagote pluvial que conducen hacia los arroyos
entubados, quienes finalmente desaguan en el estuario, transportan
también basura, líquidos cloacales y efluentes industriales
no tratados, ocupando una parte significativa de su sección
útil. Esto hace que no sólo se reduzca la posibilidad
de evacuación rápida de las aguas de lluvia, sino
que estos líquidos altamente contaminantes, descarguen
"en crudo" en nuestro ya poluído estuario.
b)
durante el siglo XX se redujo la cantidad de espacios verdes públicos
en más de 50 hectáreas. Esto, además de ser
un perjuicio directo a la población porque se le eliminó
la posibilidad de su disfrute, se constituyó en una sensible
pérdida de superficie absorbente. Al mismo tiempo, “la
puesta en valor” de más de cincuenta (50) plazas
porteñas entre 2005 y 2007, resultó en una disminución
de aproximadamente un 30% de su superficie absorbente debido a
la construcción de caminos y veredones de solado rígido
que reemplazaron a los antiguos senderos de granza (dislate que
también contribuyó a aumentar la temperatura ambiente).
En
el transcurso de los años 2008 y 2009 la actual administración
siguió impermeabilizando terrenos absorbentes (plazas públicas)
en zona inundable, como son los espacios verdes situados a lo
largo de Av Sarmiento, desde Plaza Italia hasta Av del Libertador.
c)
La ley Nº 469 -aprobada en el año 2000- estableció
la construcción de trece (13) playas de estacionamiento
subterráneas en diferentes plazas de la ciudad.
Las
leyes Nº 3.057 y Nº 3.058 -aprobadas en 2009- establecieron
la libre construcción según proyecto del contratista,
de playas de estacionamiento subterráneas casi en cualquier
lugar de la ciudad: cuarenta y dos (42) ubicaciones, entre ellas,
otras quince (15) plazas.
Esto
hace un total de veintiocho (28) plazas a impermeabilizar. La
mayoría están en la zona norte de la ciudad, la
más atestada, la que más se inunda.
Las
dos últimas inundaciones de la Ciudad de Buenos Aires (15
y 19 de febrero de 2010) han puesto en evidencia la gravedad de
la situación creada a través de los años
por -entre otras causas- esta sistemática eliminación
de superficies absorbentes que contribuían anteriormente
a contener las lluvias caídas.
d)
el auge de la construcción en propiedad horizontal, ya
sea entre medianeras o en edificios de perímetro libre
(torres), también eliminó la existencia de terrenos
privados absorbentes; se impermeabilizó la mayor parte
de la entonces superficie absorbente sobre predios privados con
nuevas construcciones. Los códigos indicaban la existencia
de un "pulmón de manzana absorbente"; esta obligación
dejó de existir en las zonas más densamente pobladas
y desde hace más de veinte (20) años se permite
construir sobre planta baja en cada parcela, perdiendo así
el pulmón de manzana, su condición permeable.
e)
se construyeron edificios en altura indiscriminadamente en casi
toda la ciudad, pero principalmente en las zonas cercanas a la
costa (Puerto Madero, microcentro, Retiro, Recoleta, Palermo,
Belgrano, Núñez). Las fundaciones de los edificios
en altura implican excavaciones de entre 30 y 40 m de profundidad
que sobrepasan largamente las dos primeras napas de agua. Es a
través de estas napas, que los terrenos aún absorbentes
acumulan el agua y la envían al estuario. La red de bases
de hormigón construidas constituye -subterráneamente-
un verdadero dique a la evacuación de las aguas de lluvia,
retrasando y muchas veces impidiendo el escurrimiento.
f)
por obra de sucesivas repavimentaciones, el nivel de las calzadas
ha sido elevado ostensiblemente. Las calles de la ciudad estaban
empedradas en un nivel por lo menos 20 cm por debajo de la vereda.
Las sucesivas pavimentaciones y repavimentaciones sobre el adoquinado
original ha invertido esa relación; las calles (salvo las
cunetas de hormigón) han quedado más altas que las
veredas, facilitando así la inundación inmediata
de estas. Esta situación está siendo profundizada
aún más en el barrio de Palermo Viejo (donde las
inundaciones superan el metro de agua) al estrechar y elevar las
bocacalles de muchas esquinas.
g)
existen barreras físicas, que separan zonas inundables
de terrenos absorbentes. Los largos y continuos paredones que
rodean los antiguos predios ferroviarios siguen existiendo, a
pesar de que su eliminación haría desaparecer una
barrera física entre el agua de las zonas inundadas y un
gran sector de superficie absorbente.
h)
se permitió desarrollar construcciones clandestinas en
uno de los más importantes lugares de absorción
de aguas: el Hipódromo Argentino de Palermo. Con motivo
de la construcción de más edificios para alojar
máquinas tragamonedas, se hizo una ampliación no
permitida de 10.000 m2 cubiertos con su correspondiente cochera
subterránea. Además, se impermeabilizó un
importante sector del centro de la pista con otra playa de estacionamiento
asfaltada.
Todo
esto es sabido y reconocido por profesionales y técnicos
de diversa extracción, pero dirigentes políticos
y funcionarios aliados a los “inversores” de siempre,
siguen proponiendo megaobras de transporte, almacenamiento y evacuación
de aguas de lluvia (como el peligroso proyecto de los túneles
aliviadores del Maldonado) que significan gastos extraordinarios
-aún con endeudamiento externo- pero sin contemplar la
posibilidad de parar de construir, parar de impermeabilizar y
proceder a ejecutar proyectos vecinales como son los de generar
nuevas tierras absorbentes en los predios del dominio público
del Estado Nacional dentro de la ciudad (ferroviarios, militares,
ex Mercado de Hacienda, etc., que suman más de 300 hectáreas),
construir un lago regulador sobre la ex playa ferroviaria de Palermo
y declarar la emergencia urbano ambiental.
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EL
ARROYO MALDONADO |
Su
nombre se pierde en la leyenda. Algunos cronistas de la primera
fundación de Buenos Aires cuentan que en los días
de gran hambruna una española huyó del poblado para
salvar su vida. Se guareció en una cueva donde encontró
una puma que estaba pariendo. Luego de un desmayo, comprendió
que la fiera no iba a hacerle daño y le ayudó en su
parto. Luego permaneció unos días con ella, alimentándose
de su caza.
Cierto
día una partida española la devolvió al poblado,
donde fue condenada a muerte como castigo por hacerse escapado,
siendo atada a un árbol para que fuera devorada por fieras
hambrientas.
No
importa que me haiga dao
esquinazo
tu querer...
El
mejor tiempo fue ayer;
Aquí
te espero al costao
del
arroyo Maldonado
y
al arroyo has de volver.
Alberto
Vacarezza y Carlos Mauricio Pacheco, sainete "El arroyo Maldonado"
Cuánta
sorpresa se llevaron los españoles cuando días después
encontraron a la mujer con vida, porque aquella puma a la que
había ayudado en su parto la había protegido de
las otras alimañas. Desde entonces, el arroyo que corría
a los pies del árbol del suplicio ostenta su nombre: Maldonado.
El
arroyo Maldonado fue desde antiguo uno de los límites naturales
de la ciudad, aunque carecía de importancia. Era simplemente
una zanja sin atractivos de unos 15 mts. de ancho nacida en el
actual San Justo, que podía llevar zozobra a la escasa
población de la Buenos Aires colonial cuando sus aguas
crecían por obra de las lluvias, inundando grandes extensiones
de la planicie que cruzaba hasta su desembocadura en el Río
de la Plata.
Desde
antiguo había marcado el límite norte de la ciudad,
adquiriendo más importancia cuando por iniciativa de vecinos
del partido de Flores, el gobierno provincial decidió en
1855 la fundación del pueblo de Belgrano. El arroyo serviría
de límite al luego designado como partido de Belgrano,
y también a la ciudad de Buenos Aires.
Mientras
cruzaba campo abierto y deshabitado, sus inundaciones no interesaban.
Sólo cuando estuvo incorporado al éjido urbano,
importaron mucho sus desbordes. Comenzó a existir entonces
a partir de 1880 (Belgrano fue designada ese año capital
provisional de la nación, y ciudad en 1883), con noticias
acerca de inundaciones, ahogados, proyectos de canalización,
loteos, construcciones de puentes, etc. Fue entonces que entró
a la historia y la leyenda, vale decir, fue inmortalizado por
las crónicas, brilló en el tango y deslumbró
en el sainete.
Debutó
siendo las orillas, el arrabal salvaje, cada vez más cercano
y peligroso porque se iba poblando con la ralea humana que desembocaba
con facilidad en el delito y el vicio, antes que en el trabajo.
Zona belicosa y traicionera. Tierra de nadie, áspera y
matrera. Se constituyó en los bajos fondos, que solo podía
ser habitada por sectores socialmente excluyentes.
También
los inmigrantes arribados después de los años '80
del siglo pasado, encontraron albergue barato en la zona. Es la
época en que se edificó Villa Crespo, sobre terrenos
que pertenecieron a la quinta de Lebrero a fines del gobierno
de Rosas. Su cuna fue una fábrica de calzado establecida
hacia 1888, año en que también se remataron parcelas
aledañas. Loteos baratos que se poblaron de obreros que
encontraban conchabo en la fábrica cercana.
De
ahí que el arroyo Maldonado presentara la alternancia de
artesanos, obreros, proscriptos políticos luchadores y
protestatarios, inmigrantes y nativos, con aventureros y fugitivos,
la peor resaca social, el malevaje letal de caballo, chambergo
y cuchillo. En aquellos días ser obrero o agitador era
casi lo mismo que ser ladrón, estafador o asesino.
De
esa particular mixtura social nacería el tango, aquella
danza que aunque de raíces africanas, sería recreada
por el fermento del arrabal, el conventillo y la mala vida de
los bajos fondos porteños. Gran parte de los músicos
y bailarines de esa época eran ellos mismos compadritos
canfinfleros, que con encanto irresistible atraían a las
rameras. De ahí que en el tango los cuerpos se acercaran
lascivamente. En el conventillo también se bailaba, pero
era otra la historia. En casamientos y bautismos, por razones
de moralidad estaban prohibidos los cortes.
Muy
cerca del Maldonado, por Palermo hubo un lugar famoso: lo de "Hansen"
(como reza el tango: "Te acordás hermano / la rubia
Mireya / , que quité en lo de Hansen / al guapo Rivera.."),
que los conocedores definirían como una mezcla de prostíbulo
suntuario con restaurant. Para otros un precursor del cabaret.
Fue entonces que el arroyo Maldonado entró al mito porteño,
donde sería perpetuado en un mundo de ensueño y
nostalgia del ayer.
Pero
como la historia de sus bravas orillas, el Maldonado también
terminaría sus correrías. En 1887 comenzaron a estudiarse
con detenimiento los problemas ocasionados por sus peligrosos
desbordes. Dos franceses, los ings. Alfredo Ebelot y Pablo Blot,
plantearon construir un canal que uniría el Riachuelo con
el arroyo Maldonado, que sería rectificado y dragado para
hacerlo navegable, obteniéndose una vía de transporte
económica y rápida. Tras muchos debates en la Legislatura
porteña, el proyecto fue desechado.
En
1918 surgió un nuevo proyecto que abogaba ahora por el
entubamiento. Las orillas del Maldonado habían ido transformándose
paulatinamente, albergando con el transcurso del tiempo barrios
donde pululaba la clase media y el buen vivir, especialmente gracias
a los gobiernos radicales. Una significativa alternancia de pequeña
burguesía con casa propia y clase trabajadora. Palermo
se transformó crecientemente en asiento de una clase de
nuevos ricos.
La
canalización proyectada se dividía en tres tramos
de características diversas, incluyendo un tramo de canalización
abierta. La canalización cerrada se proyectó con
el objetivo de que la parte central de la cubierta soportara el
peso de muchedumbres compactas, suprimiendo el aspecto antiestético
que ofrecía la vista de un canal de desagüe atravesando
la zona más urbanizada de Buenos Aires. Además,
permitiría incorporar al municipio una amplia avenida de
por lo menos 7 kms. de largo, con un paseo central de 14 mts.
de ancho.
Cuando
las obras comenzaron en 1928, ya se habían introducido
algunas modificaciones al plan original, desechando definitivamente
el tramo de canalización abierta. Todo el trayecto del
arroyo Maldonado sería entubado.
La
cuenca tributaria del cauce del Maldonado medía dentro
de la Capital Federal 5.050 hectáreas y 5.900 hectáreas
fuera de ella, en sus nacientes. Para entubarlo en toda su extensión
se ensanchó y profundizó el cauce formando un canal.
Se construyó enteramente la estructura en hormigón
armado, exceptuándose el piso que era de hormigón
sin armar.
Comenzadas
las excavaciones en 1928, los trabajos progresaron rápidamente
alcanzándose los 8,1 kms. hacia 1933, a la altura de Flores.
El tramo siguiente, entre Flores y Liniers, de mantuvo demorado
por algunos años. El 1937 se reiniciaron las obras, demoliéndose
el puente sobre Avda. Segurola y continuando el entubamiento hasta
la Avda. General Paz. También se construyó un canal
aliviador del curso superior del Maldonado, haciéndolas
desaguar en el arroyo Cildañez. Otras obras especiales
fueron concretadas para solucionar el problema de las inundaciones
de las avenidas Vértiz, Cabildo y Luis María Campos.
El
plan inicial era entubar el arroyo y construir sobre el techo
una calle. En 1933 era intransitable y depósito de basuras.
Ante el clamor del vecindario, se construyó una avenida
desde Palermo hasta Segurola (70 cuadras), que luego fue proseguida
hasta la General Paz. En 1937 se inauguraron 50 cuadras. Definitivamente,
en 1953 se concluyó el último tramo.
Fue
entonces habilitada en toda su extensión la actual avenida
Juan B. Justo, que atraviesa los barrios de Palermo, Chacarita,
Villa Crespo, Paternal, Caballito, Villa Gral. Mitre, Villa Santa
Rita, Flores, Floresta, Vélez Sarsfield, Villa Luro, Versailles
y Liniers de la ciudad de Buenos Aires.
Lic.
José Oscar Frigerio
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COMO
RECICLAR PAPEL Y CARTON? |
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Algo
tan sencillo como reciclar un residuo de papel o cartón
es un importantes beneficios para el medio ambiente. Por eso,
para la mejora del entorno, es indispensable colocar contenedores
azules, pero como la importancia del ambiente esta algo sobrevaluada,en
muy pocas ciudades se utiliza este metodo de reciclaje.
Papel
reciclable:
Papel de impresión y escritura
Papel continuo
Sobres
Listados de ordenador
Guías telefónicas
Catálogos, folletos periódicos, revistas, libros
Carpetas y subcarpetas de papel, o cartulina
Publicidad
Envases y embalajes de papel y cartón
Papel no reciclable:
Papel de autocopiado
Papel térmico para fax
Etiquetas adhesivas
Cartones de bebidas
Papel encerado o parafinado
Papel higiénico y sanitario
Platos, tazas y vasos
Procedimiento
1. Cortar el papel en cachitos o trozos muy pequeños (acordate
que mezclando distintos tipos, se consigue un producto más
atractivo)
2.
Deja los papeles en remojo en un recipiente durante 1 ó
2 horas, hasta que el papel comience a tener consistencia de pasta.
Si el agua está caliente, el tiempo que vas a esperar es
menor (acordate siempre de cambiar el agua a medida que el papel
va soltando la tinta para que el color final sea más uniforme)
3.Poner
el papel ya listo e hidratado en la licuadora o procesadora, en
pequeñas porciones y con mucha agua, para que el aparato
que estes usando no se rompa (licuadora o procesadora)
4.
La pulpa que se obtiene ya puede de ser utilizada,lo mas rapido
posible, para hacer papel reciclado.
*No es necesario colarla.
¿Como
hacer el papel cuando terminamos de reciclar?
Introduce el marco, a modo de colador, en el recipiente donde
está formada la pasta y saca una pequeña cantidad
en forma pareja,sin dejar agujeros, repartida sobre la misma y
que no sea excesivamente gruesa (cuanto más fina mejor
va a ser).
Sostenela suspendida un rato hasta que se escurra el agua. Entonces
se da vuelta con cuidado el marco para que desprenda esa pasta,
la cual se lo coloca sobre una tela, se cubre con otra tela, luego
se coloca otra capa de la pasta, otra de tela, y así sucesivamente
hasta hacer varias hojas. Se prensa por 24 horas. Se deja secar,
y ya tenes tu papel reciclado.
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Tel: 011-15-5562-4063
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