15/04/2013 |
La
comunicación del desastre 11/04/2013 |
Por
Beatriz E. Sznaider * // ¿Qué puede/qué debe
hacer la comunicación para evitar o paliar los efectos de
un temporal como el del 2 de abril último?
La crisis vivida, con su trágico resultado de decenas de
muertos y, secundariamente, de pérdidas materiales cuantiosas,
abrió (como otras crisis pasadas y otras que inevitablemente
vendrán) a un conjunto de polémicas y discusiones.
Bienvenidas sean si nos permiten dar batalla no contra la naturaleza
hostil, sino contra la naturalización de la falta de gestión
y de una cultura de la indulgencia que reúne fatídicamente
a gobernantes y a gobernados.
Los que no
fuimos afectados de manera directa tomamos contacto con la naturaleza
del drama a través de las imágenes y los relatos
televisivos, radiales, de los diarios en Internet o en papel,
de las redes sociales. Como espectadores, siempre el espacio público
urbano se nos presenta como esa versión que organizan los
medios con sus recortes, sus jerarquizaciones, sus omisiones,
sus errores, sus intereses. Y desde la propia condición
que habilita nuestro carácter de “editores”
de la realidad por el zapping o por el consumo simultáneo
de medios, el remix nos devuelve fragmentos sobre fragmentos de
esa realidad construida.
Recorrer los
medios en esos días implicaba la tensión de observar
que el número de muertos subía y bajaba a discreción,
así como su localización. El recurso de la pantalla
partida apenas nos permitía reconocer si se trataba de
imágenes en directo o grabadas. Entrar en la intimidad
de las primeras casas afectadas nos movió de la conmoción
al hastío. Cierto que el área afectada en la ciudad
de Buenos Aires abarcó mayormente barrios de los considerados
de clase media. ¿Pero no hubo secuelas en las distintas
villas de la ciudad o en los barrios del Sur? En la misma línea,
¿por qué el primer día del desastre no se
habló y casi no se mostró nada de la situación
en La Plata y su periferia?
Hubo muchas
interpretaciones políticas sobre el tema: a favor o en
contra de Macri, de Scioli, de Cristina, etc. Sin subestimar el
componente conspirativo en épocas de tan pobre generosidad
política, creo que el origen (no así las consecuencias)
de esas operatorias mediáticas responde a causas que están
menos discutidas y expuestas socialmente: Villa Urquiza está
más cerca que Tolosa; entrevistar a un comerciante furioso
de Belgrano es “productivo” en tiempo de aire (¡basta
por favor de las liquidaciones del día después de
las inundaciones!). También es afín socialmente
tanto respecto del movilero, como de un público “ideal”
al que los medios se dirigen; y seguramente se considerará
menos riesgoso interactuar con los vecinos del barrio Mitre que
con los de la Villa Itatí. El efecto de ruptura del orden
dado es más fuerte si lo que se pierde es un televisor
de plasma, que el único colchón familiar. Esto dicho
con el mayor respeto por las pérdidas que sufrieron todos
y cada uno de los compatriotas.
En ese escenario
de pobreza de recursos que exponen la mayoría de los medios
de comunicación (económicos, intelectuales, creativos,
humanos), la primera afectada es la información. ¿Es
posible generar un protocolo para que los medios difundan de manera
respetuosa y certera todo aquello vinculado a las víctimas
de la emergencia y el desastre? ¿Es una exageración
esperar que éstos intervengan de manera concreta en las
tareas de manejo de la contingencia?
El campo de
la emergencia y del desastre es casi el único en el que
el rol del Estado es excluyente, más allá de la
colaboración que puedan brindar agentes privados de la
salud o de otras áreas. ¿Podemos imaginar siquiera
las consecuencias de servicios privados destinados a atender catástrofes
como las de AMIA, Cromañón, Once o estas últimas
inundaciones? Quienes se respondan aludiendo a la deuda histórica
del Estado respecto de estos temas seguramente tendrán
razón. Algo se ha avanzado a nivel nacional y local después
de varias de las dolorosas experiencias mencionadas. Pero los
hechos del 2 de abril último muestran que no es suficiente.
Se ha hablado
mucho en estos días sobre los recursos económicos
necesarios para encarar obras que eviten en un todo o en parte
los efectos de catástrofes como la vivida. Existe un camino
no recorrido, mucho menos oneroso y necesario, aunque las obras
prometidas se realicen. Más teniendo en cuenta que el desastre
forma parte de un horizonte que nunca es del todo controlable.
El Estado
debe actuar en el antes de la emergencia y el desastre para construir
legitimidad institucional, vínculo con la población,
confianza en su accionar y en su mensaje. La escena de vecinos
de La Paternal “echando” a los bomberos porque llegaron
muy tarde y haciéndose cargo ellos mismos de la ímproba
tarea de sacar sus automóviles de un estacionamiento subterráneo,
nos dice mucho respecto de un vacío de sentido en la relación
gobernante-gobernado. No hay margen de acción comunicacional
(ni de ningún tipo) eficaz durante el desastre si ésta
no fue prevista, trabajada y probada en ese momento anterior.
Es también el Estado quien debe trabajar de manera concreta
con los medios de comunicación sobre qué y cómo
informar cuando están en juego vidas humanas. Es posible
que la definitiva aplicación de la Ley Federal de Servicios
de Comunicación Audiovisual contribuya en esa orientación.
Una paradoja
de la emergencia y del desastre es que quizás se destinan
recursos para un hecho que nunca va a ocurrir. Por lo tanto, forma
parte de una decisión social, de un mirar un poco más
allá de la coyuntura, que la emergencia y el desastre estén
contemplados en la agenda pública.
* Especialista
en Comunicación Institucional. Docente e investigadora
(UBA)
"El país", diario Página 12. Jueves 4
de abril de 2013.
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Monsanto
y compañía han vuelto a la carga. 13/04/2013 |
Estas
voraces empresas biotecnológicas han encontrado la manera
de “controlar” un patrimonio natural que nos pertenece
a todos: ¡nuestra comida! Están intentando patentar
las frutas y verduras que comemos cada día, como el brócoli,
los melones o los pepinos, forzando a agricultores de todo el
mundo a comprar sus semillas, bajo la amenaza de ser demandados
si se niegan.
Pero
podemos evitar que compren, pedazo a pedazo, nuestra madre tierra.
Empresas como Monsanto han encontrado lagunas en la legislación
de la Unión Europea para salirse con la suya. Sólo
tenemos que cerrarles dichos agujeros legales antes de que establezcan
un peligrosísimo precedente global. Para lograrlo, necesitamos
que países como Alemania, Francia y los Países Bajos
(donde ya está creciendo la oposición) pidan que
se vote por la paralización de los planes de Monsanto.
La comunidad de Avaaz ya ha logrado en el pasado que los gobiernos
cambien de postura y podemos conseguirlo de nuevo esta vez.
Muchos
políticos y agricultores ya se han opuesto a estas patentes,
pero necesitamos darles una inyección de poder ciudadano
y presionar a estos países para que Monsanto mantenga sus
garras lejos de nuestra comida. Firma ahora y comparte la petición
con todo el mundo para ayudar a construir el clamor más
grande de la historia en defensa de la comida:
http://www.avaaz.org/es/monsanto_vs_mother_earth_loc/?bCrrUcb&v=23913
Una
vez que existe una patente en un país, otros países
empiezan a recibir una enorme presión para adoptarla a
través de negociaciones y acuerdos comerciales. Por esta
razón, patentar alimentos cambia todo el funcionamiento
de nuestra cadena alimentaria: durante miles de años los
campesinos han podido elegir qué semillas usar para sus
cultivos sin preocuparse de ser demandados por violación
de derechos de propiedad intelectual. Pero ahora las compañías
lanzan acciones legales millonarias para comprar patentes de plantas
convencionales y obligan a los agricultores a pagar un exorbitante
canon por su uso. Monsanto & co. dice que estas patentes generan
innovación, pero lo que están creando es un monopolio
corporativo sobre nuestra comida.
Afortunadamente,
la Oficina de Patentes Europea está controlada por 38 países
miembros que, con un voto, pueden bloquear aquellas patentes que
hacen peligrar la comida cultivada a través de métodos
convencionales. Incluso el Parlamento Europeo se pronunció
al respecto, oponiéndose a estas patentes destructivas.
Ahora, una oleada de presión pública podría
empujar a prohibirlas de una vez por todas.
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Suben
los precios de verduras por la inundación en La Plata 13/04/2013 |
Los
consumidores se quejan porque el alza llega también a frutas
que tienen otro origen.
El impacto en los precios de las verduras a raíz de las inundaciones
en el cinturón verde hortícola que rodea a la Plata,
empezó a sentirse en varias verdulerías y supermercados
de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
“Ayer, estuve en Coto y las bananas, que estaban a $ 7,90
el kilo, pasaron a estar a $ 9,90 ”, comentó una mujer
que se disponía a hacer sus compras en un comercio cercano
a su casa, en el barrio de Caballito.
No muy dispuesto a reconocer las subas de precios, un verdulero,
de un autoservicio chino en Vicente López, comentó:
“ cuando la oferta es escasa, los precios suelen subir rápido.
Es lo que pasó esta semana, especialmente con la espinaca,
la acelga y la lechuga. Pero, yendo bien temprano al Mercado Central,
se puede conseguir más mercadería”, dijo mientras
cobraba a una clienta, 10 pesos por dos paquetes de espinaca.
Las restricciones en la oferta de estos alimentos fueron una consecuencia
de las inundaciones, a partir de las cuales, las producciones hortícolas
de la región más importante del país perdieron
entre el 20 y el 30% de la producción.
Fuentes de la Asociación de Productores Hortícolas
de La Plata aseguraron, luego de la tormenta, que “los daños
fueron espectaculares”.
Las pérdidas se calcularon por entre 40 y 50 millones de
pesos a raíz del temporal. Por eso, los productores advirtieron
en ese momento: “Si acá no hay una ayuda económica
urgente, lamentablemente los precios deberán subir en el
mercado, como consecuencia lógica”.
A las pocas horas, el Mercado Central emitió un comunicado
advirtiendo a la población que consumiera menos cantidad
de verdura (especialmente las de hoja) como para prevenir las subas.
En las verdulerías de barrio, “algunos comerciantes
optan por no comprar los productos que están demasiado caros”,
confió uno de ellos, en el barrio de Saavedra.
En los supermercados, la oferta es dispar, según las cadenas.
Y los precios suelen ser bastante más altos que en las verdulerías.
En el Disco de Rodríguez Peña y Juncal, donde la espinaca
estaba ayer a $ 12 y la acelga a $ 5,90, los clientes no se explicaban
el aumento del morrón rojo que en una semana pasó
de $ 15,90 a $ 24,99.
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Información
por Subsidios por inundaciones en la Ciudad de Buenos Aires 15/04/2013
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El
trámite para obtener un subsidio por inundación
puede realizarse en las Sedes Comunales (ex CGPC), dentro de los
30 días hábiles de publicada la ley. El monto del
subsidio se determinará en base al daño que verifique
el organismo técnico competente, hasta la suma de $20.000
por solicitante
Se entregarán subsidios a todas aquellas personas afectadas
por los fenómenos meteorológicos extraordinarios
que sufran daños en:
• Bienes inmueble (hasta $20.000)
• Bienes muebles registrables (hasta $8.000)
• Bienes muebles (hasta $8.000)
Requisitos
Si el daño ocurrió en un inmueble:
• Original y fotocopia del DNI del solicitante.
• Acreditar titularidad del dominio o ser ocupante legítimo.
• Habilitación Municipal en caso de actividades que
así la requieran o inicio de trámite.
• Cualquier otra prueba documental que juzguen necesaria
para acreditar los requisitos establecidos en la norma.
Si el daño se produjo en un bien mueble registrable, radicado
en Capital Federal: (automotores, etc.)
• Original y fotocopia del DNI del solicitante.
• Acreditar titularidad del dominio.
• Cualquier otra prueba documental que juzguen necesaria
para acreditar los requisitos establecidos en la norma.
Si el daño se produjo en bienes muebles:
• Original y fotocopia del DNI del solicitante.
• Cualquier otra prueba documental que juzguen necesaria
para acreditar los requisitos establecidos en la norma.
Pasos para realizar el trámite
Tené en cuenta cuándo y dónde realizar el
trámite
La presentación de la solicitud debe realizarse en cualquiera
de las Sedes Comunales (ex CGPC). Debe completarse el formulario
“Solicitud de Subsidio ley 1575” (para casa o para
auto), dentro de los 30 días hábiles luego de publicada
la ley. Si el vencimiento fuera en día no hábil,
se recibirán las solicitudes hasta el primer día
hábil siguiente.
• SÓLO SE RECIBIRÁN SOLICITUDES EN SEDES COMUNALES
(NO EN LA MESA GENERAL DE ENTRADAS SALIDAS Y ARCHIVOS DEL GOBIERNO
DE LA CIUDAD)
Aviso:
• Para evitar un segundo trámite a los ciudadanos
que han cumplido con sus obligaciones, el gobierno porteño
dispuso unificar la gestión en una sola ventanilla.
Sabé quién puede hacerlo
El formulario debe estar firmado por el titular (original y duplicado).
La presentación de la documentación y los formularios
puede realizarla cualquier persona en cualquiera de las Sedes
Comunales (ex CGPC).
Más información
Secretaría de Gestión Comunal y Atención
Ciudadana
Dirección: Av. de Mayo 591
Horario de atención: Lunes a viernes de 9 a 18 hs.
Tel.: 147
EXENCIÓN DEL ABL
La exención de 6 meses de ABL es un beneficio adicional
para aquellos a los que se les ha otorgado el Subsidio por Inundación
de un inmueble, no es necesario realizar otro trámite para
exceptuarse del pago.
CRÉDITOS BANCO CIUDAD (ver link)
El Banco Ciudad ofrecerá líneas de créditos
a tres años de plazo con una tasa de interés de
13% para reparar daños producto de esta catástrofe.
Para los consorcios se entregarán hasta $120.000, para
los comercios hasta $60.000 y para los individuos $40.000
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Editor
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5038044
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