02/08/2011 |
MACRISMO
RECARGADO |
La lista es larga, muy larga. La conforman decenas de medidas que
implementó Mauricio Macri en la ciudad y que fueron revisadas
porque originaron algún grado de controversia, denuncias
o porque quedaron al desnudo los negocios que implicaban, entre
el aparato estatal y empresas amigas del macrismo.
La temprana destitución de Luis Rodríguez Felner antes
de que asumiera como ministro de Cultura porque el nombre había
provocado irritación en el Arzobispado porteño, la
intervención por decreto de la obra social de la ciudad y
la pretendida “democratización” del sindicato,
las idas y vueltas con su amigo Nicolás Caputo, los parquímetros
en los barrios, el registro de empleadores en la ciudad que debían
incluir datos sobre las adicciones de sus empleados, la negativa
a atender en los hospitales a quienes no tuvieran domicilio en la
ciudad, las listas negras de estudiantes secundarios que tomaron
escuelas, las sugerencias de un desayuno con queso cheddar a niños
de sectores vulnerables, el apoyo inicial al matrimonio igualitario
y el posterior repliegue tras la nueva y mucho mayor irritación
del mismo Arzobispado son algunos pocos ejemplos.
En los pasados cuatro años de gestión, Mauricio Macri
cuidó con ésas y otras marchas atrás diversos
frentes para aplacar irritaciones que imaginaba perjudiciales para
su finalmente frustrado objetivo central: convertirse en candidato
presidencial. Marchas atrás que intentaron disimular el verdadero
macrismo que sí se imponía soterradamente en la ciudad:
políticas públicas que postergaron a los más
desposeídos, que relegaron la presencia del Estado en esos
sectores, que desfinanciaron los aparatos estatales, principalmente
la educación, la salud y la cultura.
El 64 por ciento de los votos obtenidos ayer, tras cuatro años
de ese modelo, pueden aventar en el Ejecutivo porteño los
fantasmas de esas marchas atrás. Y propiciar que el verdadero
macrismo asome en una envalentonada dialéctica para sostener
un discurso xenófobo, restarles presupuesto a las escuelas
de gestión pública, relegar la salud pública,
ahogar en conflictos ámbitos culturales como el del Teatro
Colón o el San Martín. La esencia PRO salió
indemne ayer y, más aún, resultó fortalecida
con el apoyo mayoritario de los votantes de la ciudad.
Ya no hará falta entonces el maquillaje de las marchas atrás.
Ahora, el macrismo no tendrá obstáculos para mostrarse
en su verdadera magnitud, tanto en el fondo como en la estética.
Será una marcha adelante que profundizará los valores
que sostienen el discurso y la praxis del PRO. Un macrismo recargado
cuyo límite será, por cierto, la renovada aspiración
presidencial, esta vez para el 2015. Pero con un límite que
ahora podrá correrse con la laxitud que otorga el 64 por
ciento. La música de Fito Páez que resonó anoche
en el festejo macrista fue un anuncio de lo que se viene.
Por Andrés Osojnik - Pagina 12
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EN
LA RURAL SE VIENE "CAMINOS Y SABORES 2011" |
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Del
14 al 18 de septiembre, en La Rural
En Caminos y Sabores hay Comercio Justo
Artesanías, mermeladas y hasta vinos podrán comprarse
en forma directa, de mano de sus elaboradores. La feria propone
un modelo comercial tendiente a fomentar la producción familiar
y local de cada región del país. Caminos y Sabores
vuelve a abrir sus puertas para poner en valor los pequeños
emprendimientos de todas las provincias de Argentina.
La comercialización a gran escala es, muchas veces, una dificultad
para los pequeños emprendimientos que buscan mercado para
productos de altísima calidad, elaborados a partir de las
materias primas que ofrece cada región del país. Por
esto, desde hace siete años, Caminos y Sabores abre un espacio
de encuentro entre productores de todas las provincias y un público
urbano deseoso de llegar, a través de un intercambio directo
de productos, a un paisaje, un sabor o una historia de vida de algún
lugar de la Argentina. Del 14 al 18 de septiembre, entre las 12
y las 20, en La Rural, Ferias y Exposiciones Argentinas S.A. reedita
una propuesta única que hace honor al comercio justo de alimentos
y artesanías.
¿Pero qué es el Comercio Justo? “Con esta dinámica,
los visitantes pueden obtener información sobre el origen
de cada uno de los productos que compra, generando un consumo responsable.
Además, la artesanía vale lo mismo en la feria que
en cualquier local nuestro; de eso se trata el comercio justo”,
explica Sebastián Homps, vicepresidente de la Asociación
Arte y Esperanza, que trabaja con más de 500 familias de
artesanos de 9 etnias distintas de todo el país.
Homps cuenta que el consumo responsable es la cara que complementa
la acción comercial. “La idea es que el comprador tenga
conciencia de que su acto representa una construcción solidaria
de apoyo a una comunidad”, afirma. “No hay intermediarios.
Eso permite que casi todo el porcentaje de las ventas vaya directo
a los artesanos y que el precio de un producto hecho manualmente
sea bajo”, dice.
Es la cuarta vez que la asociación forma parte de la feria.
Los visitantes podrán encontrar artesanías wichis,
tobas, mapuches o coyas orientadas a lo culinario, desde bandejas
hechas con distintas maderas, hasta tenedores y cucharas de alpaca,
o bien posa fuentes o posa pavas. “Nuestro principal objetivo
es generar trabajo digno para las comunidades”, sostiene Homps.
Productos reconocidos
Por primera vez, Caminos y Sabores tendrá una esquina habitada
por productores de alimentos reconocidos con una normativa de Comercio
Justo exclusiva para el mercado interno argentino. Es que, de la
mano de la Fundación Fortalecer, la Abadía de San
Benito de Luján, la Federación de Cooperativas FECOAGRO
San Juan LTDA y Vinecol S.A. estarán vendiendo dulces, mermeladas,
confituras, aceite de oliva y otras exquisiteces amparadas bajo
la distinción Emprendimiento Justo Reconocido.
La normativa fue desarrollada por la Fundación Fortalecer-Federación
Agraria Argentina en el marco del Programa “Promoción
de Sistemas Productivos Sustentables a Través de Mercados
de Comercio Justo”, implementado con el apoyo del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID) y el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN)
desde principios del 2010.
“Hay mercados donde se le da cada vez más importancia
a los productos con sello Fair Trade, ya que se garantiza una mejor
calidad de vida al trabajador”, comenta Pablo Dessel, gerente
de Comercialización de Bodega Vinecol SA, que desde 1998
producen vinos orgánicos en viñas certificadas en
Mendoza. Y agrega: “En el 2012, nuestro objetivo de ventas
de vinos Fairtrade es colocar 20.000 botellas de variedades Malbec,
Cabernet Sauvignon y Torrontés en Alemania, Canadá,
Holanda, Dinamarca y USA”.
El Padre Fernando Rivas, abad de la institución religiosa
habitada por 16 monjes benedictinos en Luján, asegura que
"el comercio justo es una forma ética de encarar el
trabajo". En Caminos y Sabores, la Abadía presentará
más de 80 productos almibarados, mermeladas, conservas, dulce
de leche y quesos que fueron los primeros reconocidos y que anualmente
facturan cerca de 1 millón 400 mil pesos.
“El comercio justo brinda oportunidades a los productores,
promueve el consumo de productos saludables, premia a cooperativas
y asociaciones que no discriminan, reduce la pobreza, y permite
trabajar con transparencia ", afirma José Martín,
presidente de FECOAGRO, que llevará 50 líneas de dulces,
mermeladas, jaleas, conservas, aceite de oliva y quesos ajustados
a la normativa.
El dato
Según la World Fairtrade Organization (WFTO), entidad referente
del sector, hasta el 2010, el comercio justo a nivel mundial había
crecido un 15% anual y se habían vendido aproximadamente
5 mil millones de dólares en productos.
PRENSA ALTOS DE LA WEB
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PARA
LOS 48 BARRIOS PORTEÑOS: ESCUDOS BARRIALES |
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Cada
barrio ya tiene su propio emblema que lo caracteriza. Fueron propuestos
por vecinos y están ubicados en plazas.
Aunque
por estos días todos los porteños tengan que aprender
en qué número de comuna viven, Buenos Aires sigue
teniendo sus 48 barrios.
Y
esos 48 barrios tienen sus propios emblemas, gracias al Programa
Pasión por Buenos Aires, del Gobierno porteño, que
desempolvó una vieja ordenanza de 1989 y dio forma a la
norma. "Para nosotros es como plantar una semilla en la que
todos nos sentimos representados. El Programa apunta a eso: a
mejorar el sentido de pertenencia, a sentir el barrio como algo
propio, a participar", explicó Isolina Peña,
a cargo de la iniciativa, que depende de jefatura de Gobierno.
Los
emblemas están emplazados en las principales plazas de
cada barrio. "No queremos que el tema quede ahí. Una
idea es, por ejemplo, que cada emblema se luzca en la cartelería
con los nombres de las calles. O que los chicos trabajen en las
escuelas sobre la historia del barrio o los edificios más
importantes", detalló Peña. Y contó
que no fue fácil ponerse de acuerdo con todos: por ejemplo,
Parque Chas formó parte de Agronomía y los vecinos
no querían incluir elementos de ese barrio.
De
los 48 emblemas, ya están todos ubicados, menos el de Villa
Riachuelo. Y en algunos barrios, como Mataderos, Monte Castro
y Liniers, los escudos serán reemplazados, por haber sufrido
destrozos. Los diseños fueron propuestos por vecinos y
asociaciones con la consigna de reflejar los aspectos típicos
del barrio y seleccionados por las juntas de estudios históricos
y CGP.
Por ejemplo, la insignia de Agronomía muestra un parque
(por la cantidad de espacios verdes, que funcionan como pulmón
de la Ciudad), una espiga y una vaca (por las facultades de agronomía
y veterinaria) y la torre meteorológica. Tanto los emblemas
de Villa Real y Versalles, como el de Floresta, tres barrios en
la zona oeste de la Ciudad, hacen referencia a las locomotoras.
Años
pasaron desde que una 22 ordenanza de 1989 estableció la
creación de los emblemas para cada uno de los barrios.
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